Las 9 Amenazas a la Ciberseguridad que enfrentan las Empresas en este 2024.


En 2024, las empresas de todo el mundo se enfrentarán a un panorama de ciberseguridad cada vez más complejo y desafiante. A medida que las tecnologías avanzan, también lo hacen las tácticas de los cibercriminales, quienes desarrollan amenazas más sofisticadas y difíciles de detectar. Este artículo destaca las nueve amenazas principales que pondrán a prueba la resiliencia de las organizaciones en el próximo año, basándonos en estadísticas y tendencias actuales.

1. Ataques de Ransomware

Los ataques de ransomware continúan siendo una de las amenazas más significativas. En 2023, se observó un incremento del 37% en estos incidentes, con las empresas pagando un promedio de $1.85 millones en rescates y costos de recuperación. Las proyecciones para 2024 indican que este tipo de ataque seguirá creciendo en frecuencia y severidad.

2. Phishing y Suplantación de Identidad

El phishing sigue siendo una técnica efectiva para los cibercriminales. En el último año, más del 80% de las organizaciones reportaron haber sido objetivo de ataques de phishing. Los métodos se están volviendo cada vez más sofisticados, con campañas dirigidas y personalizadas que logran engañar incluso a usuarios bien entrenados.

3. Ataques a la Cadena de Suministro

Los ataques a la cadena de suministro aumentaron un 78% en 2023. Estos ataques se dirigen a proveedores y terceros para infiltrarse en redes corporativas, lo que expone a las empresas a brechas de seguridad significativas. En 2024, se espera que los cibercriminales continúen explotando estas vulnerabilidades para acceder a datos sensibles.

4. Amenazas Internas

Las amenazas internas, ya sean intencionales o accidentales, representan un desafío crítico. Alrededor del 34% de las brechas de seguridad en 2023 fueron causadas por empleados o ex-empleados. Con la creciente adopción de modelos de trabajo híbridos, la gestión de la seguridad interna se vuelve aún más compleja.

5. Explotación de Vulnerabilidades en el Internet de las Cosas (IoT)

El número de dispositivos IoT conectados se proyecta que alcanzará los 30 mil millones en 2024. Con este crecimiento, la explotación de vulnerabilidades en estos dispositivos se convierte en una preocupación mayor. Los ataques a dispositivos IoT aumentaron un 300% en los últimos dos años, y se espera que esta tendencia continúe.

6. Aumento de los Ataques de Denegación de Servicio Distribuidos (DDoS)

Los ataques DDoS están aumentando tanto en frecuencia como en escala. En 2023, se registró un incremento del 25% en estos ataques, con algunos alcanzando volúmenes de tráfico de hasta 2.4 Tbps. Las empresas deben prepararse para mitigar el impacto de estos ataques masivos y sostenidos en sus operaciones.

7. Secuestro de Cuentas

El secuestro de cuentas, especialmente a través de técnicas de fuerza bruta y reutilización de contraseñas, es una amenaza creciente. Aproximadamente el 63% de las brechas confirmadas en 2023 involucraron credenciales comprometidas. La implementación de autenticación multifactor (MFA) es crucial para reducir este riesgo.

8. Software Obsoleto y Vulnerable

El uso de software obsoleto y vulnerable sigue siendo un riesgo significativo. En 2023, se encontró que más del 60% de las empresas tenían sistemas críticos sin parches adecuados. Este problema facilita la explotación de vulnerabilidades conocidas por parte de los cibercriminales. Mantener el software actualizado es una prioridad esencial para la ciberseguridad en 2024.

9. Amenazas de Inteligencia Artificial (IA)

La inteligencia artificial, aunque poderosa en defensa cibernética, también está siendo utilizada por los cibercriminales para realizar ataques más sofisticados. En 2023, hubo un aumento del 45% en el uso de IA para crear malware avanzado y llevar a cabo ataques dirigidos. Las empresas deben estar preparadas para enfrentar estas amenazas automatizadas mediante el uso de tecnologías de IA defensivas.


El panorama de ciberseguridad en 2024 será desafiante, con amenazas en constante evolución que requieren una vigilancia y preparación continuas. Las estadísticas muestran un claro aumento en la frecuencia y sofisticación de los ataques, subrayando la necesidad de estrategias de seguridad robustas y adaptables. Las empresas deben invertir en tecnologías avanzadas, educación y capacitación constante para protegerse contra estas crecientes amenazas.